viernes, 2 de abril de 2010

Rebeldes contra la censura

Rebeldes contra la censura –lo políticamente incorrecto en cada grupo social- en los países desarrollados, para que la sonrisa se les atragante a los que gobiernan.
Una literatura beligerante contra las buenas costumbres –lo educadamente incorrecto- resulta desveladora del pesimismo globalizado, como los estigmas del catolicismo de cabeza rapada.
Abusos retóricos y oficialistas nos ahogan en una tristeza histórica al uniformarnos en la miseria de la resignación.
Un alma enfurecida, gente rara para aquel viejo adagio internacionalista de que los pobres no tienen patria, rescata un fragmento del infinito contra un tiempo que no se sabe si va o viene.
La utopía contra la escalofriante historia del hombre. Un principio incómodo que se le atraganta a los neoliberales, neoconservadores, neosocialistas, neocomunistas, neo...
Un curioso panteísmo recorre el tiempo reencontrado de quienes salmodian contra la desesperación y solicitan a diario una luminosa revelación.
Las más de las veces, nos queda reír como si de una exótica y divertida ópera bufa se tratara el viaje imaginario que emprendemos cada mañana.